Uno de los mayores desafíos del trabajo con jóvenes es cómo capacitarlos para que asuman, entre otras muchas cuestiones, las exigencias, retos y problemas de la diversificación de escenarios en los que se juegan la realidad, la aceleración del ritmo de los acontecimientos, la globalización y la redefinición de los contextos sociales.
Este libro esboza respuestas para instituir en la escuela una cultura del cuidado, la conciencia, la diferenciación y la significación. Se propone un espacio formalmente instituido a tal fin: las tutorías, desde el cual proveer a los jóvenes de interlocutores, y un escenario de prueba y aprendizaje con relación a formas de con-vivencia que faciliten la construcción de un ordenamiento personal; el análisis y la reflexión sobre la cultura y sus mensajes; el cuestionamiento a la presión y modelado social; el reconocimiento de sus deseos, intereses, aptitudes, prioridades y valores; la valoración del lugar que ocupan dentro de la trama social y el aprendizaje de habilidades para la vida.
Es una invitación a entrar en acción, a fin de construir una trama escolar inclusiva, capaz de albergar y atender las necesidades de formación para la vida.