No hay vida sin exploración, sin búsqueda de lo ignoto y encuentro con lo perdido y el deseo de recuperarlo y de toparse con lo inédito. Cuando se desata la pubertad, no es el empuje hormonal aquello que da cuenta de todo el proceso que se inicia, no estamos sólo frente a la búsqueda de la satisfacción de la sexualidad apremiante: estamos asimismo ante la llamada del mundo.
Este libro ayuda a los psicoanalistas en su tarea clínica y a los educadores para entender a sus alumnos mediante una lectura de los procesos de la adolescencia, destacando la actividad exploratoria como mandato de desarrollo y sus patologías. Describe la batalla que se desarrolla en el inconsciente entre las fuerzas edípicas y las que impulsan a una exploración del mundo extrafamiliar. Ubica la relación del adolescente con su generación, el corte con la de sus padres y su relación intergeneracional con los menores y los mayores. Analiza la problemática de la violencia adolescente así como los nuevos modelos de subjetividad que los medios proponen a los adolescentes. En definitiva, indaga y propone los mejores caminos para contribuir a una sana estructuración subjetiva, al crecimiento en la adolescencia.