La expresión de Th. Dobzhansky “Nada en biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución” da cuenta cabalmente del lugar que la idea darwiniana tiene hoy en las ciencias biológicas. Pero la teoría darwiniana de la evolución –en ocasiones deformada ideológicamente– tuvo una enorme repercusión en otras áreas de la ciencia: colonizó y al mismo tiempo proveyó de herramientas conceptuales y explicativas a la sociología, la antropología, la economía, la ética, la sociobiología humana, la epistemología, la psicología y la medicina. Además, el darwinismo provocó la revolución antropológica, cultural e ideológica más profunda y amplia, derivada de una teoría científica en toda la historia, al mostrar que la especie humana deriva de ancestros no humanos y es el resultado contingente del desarrollo evolutivo.
Por eso, revisar y actualizar el darwinismo aún sigue siendo tema de interés para biólogos, historiadores, sociólogos, antropólogos, filósofos, educadores y políticos, y para todos aquellos que intenten comprender, participar o promover un debate sobre su sentido en la cultura contemporánea.