La prueba Dibujo de la Figura Humana (DFH) integra, junto con el Bender y el VADS, una minibatería psicodiagnóstica de gran utilidad para tareas que se realizan en los ámbitos clínico y educativo. Su autora, la psicóloga Elizabeth Koppitz, analiza y tabula dibujos hechos por niños de cinco a doce años en sus aspectos evolutivos y proyectivos. Diseña y estandariza sistemas de puntuación para ambos enfoques. Esta prueba puede ser usada en el despistaje (screening) de niños que ingresan a la escuela primaria, en el diagnóstico de lesión cerebral y en la evaluación de la eficacia de tratamientos. La interpretación clínica brinda datos sobre actitudes del niño ante distintos acontecimientos familiares y respecto a sí mismo. En los apéndices se incluyen las explicaciones para la tabulación e interpretación de los dibujos.