Autor: Silvia Nora Lef
Edit: Letra Viva - 132 Pag (2008)
En la obra se entrecruzan la cosmovisión ético-filosófico judaica y el psicoanálisis freudo-lacaniano. La autora desarrolla una fundamentación de la religiosidad judía basada en lo eminentemente ético. Para ello, grafica con el pensamiento de Martín Buber, filósofo alemán contemporáneo, nacido en Viena en 1878 y muerto en Jerusalem en 1963, quien ha construido una “filosofía dialógica”. El mundo se le presenta al hombre bajo dos aspectos, conforme a la doble actitud que puede adoptar frente al mismo. Tal se corresponde con la dualidad de palabras que se forjan al pronunciar dicha realidad. Hay dos parejas primordiales o fundamentales: el par Yo-Tú y el par Yo-Ello. El reino del Tú abre el dominio de la relación, presente en tres esferas diferentes: la de la vida humana con la naturaleza, la de la vida con los congéneres y la de la vida con los entes inteligibles y/o valores. “En el Principio es la Relación” reza la frase buberiana que reinterpreta la del Génesis: “En el Principio fue la Creación”. Así, la Creación es concebida en términos de Relación, de Diálogo como Instancia primigenia o fundante entre los dos polos responsables-coautores de la obra: el yo humano y el Tú Eterno, socios en tal tarea. De este modo, todo diálogo postrero roza aquel primer diálogo original, todo Tú invocará al Tú Eterno, será la idea de Dios aquella que habrá de realizarse en ese espacio y tiempo del “entre dos existencias” dialogantes, en comunidad, en constante y progresiva perfectibilidad.