El psicoanálisis, tanto como su clínica, no puede reducirse a lo que corresponde. Esta enseñanza nos es dada por el paso que damos al cuerpo hoy día. Un encuentro es siempre un reencuentro, un cuerpo puede ser además una apuesta; lo que insiste, lo que no debería desorientarnos, es aquello que Freud dio en llamar el núcleo de nuestro ser, aquello que del deseo deriva en la pulsión, y la pulsión como esa deriva a su vez.
Así anuncia Walter García este texto intenso y musical: “El presente libro es el resultado de un encuentro. Un encuentro se define por un acto donde coinciden dos o más puntos, y cada vez que esto se produce estallan las leyes del tiempo al ponerse en juego algo que reclama cierta actualidad desde todas las épocas. En esta ocasión, la armonización de cada punto es comandada por una resonancia singular, la del cuerpo. La misma que se hace eco en las diferentes historias; recorridos teóricos; relaciones a la música; y vivencias de la letra en la carne de cada expositor. A su vez, esta reunión entre colegas-amigos, comporta esa dificultad inherente a todo encuentro, la de soportar y cohabitar la diferencia, con el compromiso de ponerla a trabajar”.
Entonces este Hacer-se un cuerpo, en el autismo y la psicosis infantil, nos aportará el encuentro del analista con una clínica tan esencial, como el momento inaugural en que un cuerpo adviene a la escucha.