Como podrá comprobarse en la lecutra de los textos que componene esta obra, el dolor, la vida, la vocacion, los consumos, el acto, la trama familiar; producen un entramado conceptual que contribuye a la reflexion cnlinica en general y el lugar del medico en particular. En el proceso de formacion de un medico es esencial, a lo largo de todo el ititnerario, comprender el cruce entre el cuerpo (del paciente y del medico) y el saber (supuesto y expuesto). El medico sabe que es medico, pero no es medico porque sabe. Opera bajo un saber establecido de un saber supuesto. Eso lo ubica en un lugar de autoridad -como advertimos, muy devaluado hoy,{ pero, aunque el saber sea aquel provisto por el anonimato de las informaciones vertidas en las redes, sabe que es medico porque, a pesar de todo, se le demanda. Se le pide, se le solicita algo desde el inicio de los tiempos. El hombre que sufre, todos nosotros, nos dirigimos hacia el medico para obtener, sencillamente, una respuesta. En muchos casos esta respuesta no es mas que la apertura hacia una pregunta, siempre singular, atrapada entre sufrimiento y satisfaccion.